Me explico: hace unos días leí un bolsilibro de Alan Comet (Enrique Sánchez Pascual en realidad, padre del conocido E. S. Abulí, guionista de Torpedo 1936), 'La invasión de los electrófagos', un muy divertido y entretenido librito que leí en mi kindle tras descargarlo de Exvagos. Googleando con el ánimo de encontrar el primer número de la colección, sin el menor éxito, di a parar en una web con una pinta magnífica, dedicada a publicar bolsilibros de todos los tipos, en formato audio. Aquí está ese primer número que yo buscaba: 'La rebelión de los hipogeos' . Así que llevado del interés por la obra y la curiosidad por probar eso de los audiolibros lo descargué.
Como mi descripción de lo que encontré les parecería muy exagerada y excesivamente crítica, les pongo el primer capítulo para que ustedes mismos decidan:
Ya ven, una voz completamente aséptica, no se diferencian comas, puntos, puntos y aparte, etc. Si una ventaja sería o debería ser la posibilidad de hacer otra cosa mientras 'audiolees', pues casi que no. Hay que prestar total atención para no perder el hilo y enterarse de algo. Por supuesto, los picos de tensión argumental tienen el mismo tono cansino que los diálogos anodinos, sin distinción. Resumiendo, una experiencia muy poco alegre. Que nadie crea ver aquí una crítica hacia el blog mencionado ni nada por el estilo. De hecho me parece que tiene muy buena pinta y un gusto excelente seleccionando los bolsilibros pero chico, no creo que un lector de verdad vaya a disfrutar nada en absoluto con este formato. Qué le vamos a hacer.
Oye, en ese caso diría que todo es acostumbrarse y que lo mismo dicen muchos del libro electrónico y es una tontada. Y además diría que en mis tiempos de estudiante me hacía mis propios 'audiolibros' y me eran útiles así que para algunos usos sí pueden ser muy prácticos y para novelas quizá algún día los 'loquendos' mejoren mucho y tengan tonalidades mejores. Y además, nena, además, diría que...
